Picudo rojo

Qué es

El picudo rojo es un insecto coleóptero curculionoideo que vive a costa de las palmeras, normalmente cocoteros, palmera del aceite, palmera canaria y palmera datilera. Procede del Asia tropical, es de color rojizo y de gran tamaño, hasta 5cm. Las hembras ponen los huevos escondidos en heridas no cicatrizadas de la palmera, o entre las bases de las hojas. De los huevos eclosionan las larvas, que viven en el interior del tronco, perpetrando en éste galerías de más de un metro de longitud, y en las bases de las palmeras. Estas larvas cuando alcanzan su última fase elaboran un capullo de color marrón hecho con las fibras de la propia palmera, en el interior del cual se transforman en pupas, y, posteriormente, en escarabajos adultos. Los adultos son de color rojo con las alas rayadas en negro, la cabeza acaba en pico, su longitud oscila entre 2 a 5 cm. y se suelen encontrar detrás de las bases de las hojas. Las plantas dañadas se amarillean y marchitan, pudiendo llegar a morir.

En nuestro clima, el picudo completa su ciclo vital hasta convertirse en adulto en unos cuatro meses, por lo que hay que contar, como poco, con tres generaciones al año. Con una hembra que pone más de 400 huevos, el poder reproductivo y de invasión de este escarabajo es extremadamente peligroso, pudiendo convivir en una palmera varias generaciones de individuos de picudo rojo. Muchas veces se opta por talar la palmera completa dada la gravedad y magnitud de estos ataques.

El picudo rojo apareció por vez primera en España en el año 1993, en Almuñécar, y luego en el resto de Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana, llegando desde el norte de África. Ha habido plagas reseñables en España, como en Jerez, Málaga (matando numerosas palmeras centenarias), Córdoba y Badajoz, donde se ha prohibido plantar palmeras hasta el año 2017.

Síntomas y daños que ocasiona

Una palmera puede llevar varios meses infestada por el picudo rojo sin mostrar ningún síntoma que lo manifieste, por lo que no se puede asegurar que palmeras aparentemente sanas, en zonas de presencia de picudo rojo, no estén siendo atacadas. Esto significa que no se puede determinar el grado de afectación que tiene una palmera en cada una de sus capas cuando se apliquen tratamientos de prevención o de curación. Suele detectarse al año del contagio.

Algunos síntomas son:

  • Hojas centrales de color tabaco.
  • Caída de las hojas externas.
  • Hojas centrales retorcidas en el extremo.
  • La flecha no se mantiene vertical.
  • Cariz mustio en las hojas centrales mas tiernas.
  • Hojas roídas en la copa e hijuelos en forma de V.
  • Presencia de este escarabajo o de sus larvas y capullos.
  • Agujeros o indicios de galerías en cortes hechos en poda.
  • Tonalidad grisacea general en la corona de hojas.

El picudo rojo tiene preferencia por palmeras con heridas o podadas (la poda es un gran atractivo para los escarabajos), se pueden utilizar trampas de feromonas para el seguimiento de la plaga. Hay que tener cuidado de eliminar los restos de las podas.

Prevención

Estos tratamientos se llevarán a cabo en palmeras que no presentan síntomas externos de estar siendo atacadas.

Los tratamientos preventivos cada 60 días son suficientes para poder recuperar una palmera que, aun tratándola, haya sido infestada. Frecuencias de más de 60 días no impedirán que las palmeras puedan sufrir ataques, por lo que cuanto más se alarguen los tiempos entre tratamientos, mayores serán los daños que puedan ocasionar dichos ataques. A partir del presupuesto, y del nivel de infestación y valor de la zona a tratar, se puede determinar si hacer los tratamientos cada 45 días o bien cada 60.

Hay 2 protocolos adecuados de tratamiento, integrado y químico. Es recomendable el integrado, puesto que cuenta con ventajas medioambientales y, al ser una sustancia biológica funciona mejor en invierno que los productos químicos.

Protocolo integrado: Según el criterio de tiempo determinado entre tratamientos, éstos se llevarán a cabo con nematodos entomopatógenos o nematodos químicos, según la estación del año.

Entre el mes de Mayo y el mes de Septiembre, se prestarán tratamientos químicos con imidacloprid (en dosis de 0,75ml por litro) según la cadencia antes citada.

De Octubre a Abril, los tratamientos serán con nematodos entomopatógenos (Steinernema carpocapsae, en dosis de 1 millón por litro).

En los lugares en que no se puedan utilizar productos químicos en verano, es recomendable administrar los nematodos entomopatógenos de forma más intensa, mensualmente o incluso con más frecuencia, ya que en meses de calor son menos eficaces, siéndolo más el imidacloprid.

Protocolo químico: En prevención de infestación de palmeras con más riesgo, la frecuencia de los tratamientos químicos será de 60 días, alternando los productos según se determine. Ha de administrarse con medidas de seguridad más estrictas, al ser más perjudicial para el medio ambiente (productos químicos).

Los productos que se recomiendan y sus dosis para cada aplicación son:

  • Imidacloprid (dosis de 0,75ml por litro)
  • Clorpirifos (dosis de 2ml por litro)
  • Tiametoxan (dosis 0.4 gr / litro)

Imidacloprid y tiametoxam son productos sistémicos que penetran dentro de la palmera, donde habitan las larvas. Tiametoxam se reparte más rápido que imidacloprid, por lo que es mejor usar los cuando la palmera tiene menos actividad xilemática (durante el invierno). Clorpirifos es un insecticida de contacto, que mata los adultos que Avanzan hasta el exterior de la palmera (posible efecto repelente). De utilización recomendable durante los meses de mayor vuelo de adultos.

Remedios y tratamiento contra una plaga de picudo rojo

Contempla una calendarización de aplicaciones por inyección de insecticida a baja presión al estipe, combinadas con aplicaciones foliares de insecticidas sistémicos y de contacto y productos biológicos (nematodos entomopatógenos y fitoprotectores biológicos frente a enfermedades fúngicas y bacterianas).

Las aplicaciones foliares eliminarán las formas del insecto alojadas en zonas externas, evitando así la reinfestación. Los tratamientos mediante inyecciones eliminarán las larvas alojadas en el interior de la palmera.

En las aplicaciones foliares y en las inyecciones se alternan distintas materias activas. Se realizan desde la parte más alta de la corona, a modo de ducha, sobre el cogollo y base de las hojas.

Este tratamiento se realiza en palmeras con síntomas externos de haber sido atacadas por picudo rojo, en palmeras situadas en las proximidades de las anteriores, y en palmeras a las que les haya sido realizado el saneamiento mecánico.

El tratamiento correctivo o curativo consiste en 4 aplicaciones, combinando las inyecciones y las aplicaciones foliares.

Tratamientos curativos:

Se realizarán sobre palmeras que muestran síntomas externos de ataque. Según varios estudios, tratamientos curativos cada 45 días son suficientes para poder recuperar una palmera atacada.

Existen algunos casos de palmeras con alto nivel de infestación, en las que los tratamientos tienen eficacia nula, incluso tratando con más frecuencia. Lo que se consigue es aumentar los daños. Esto sucede cuando el daño producido por las larvas es muy grande y el material en descomposición generado provoca que se pudran todos los tejidos de alrededor. Incluso pudiendo eliminar la plaga con los tratamientos anteriores, la palmera termina muriendo. En ese caso, si la palmera empeora aplicando los tratamientos, se recomienda hacer una cirugía mecánica, en la que se retirará todo el material afectado, consiguiendo eliminar las larvas que puedan quedar vivas.

Se aplicará el protocolo integrado de la misma manera que se describe en el apartado de prevención, y junto con los baños se aplicará endoterapia a baja presión, técnica que se continuará aplicando hasta que se observe una recuperación de la palmera. Se han dado casos de palmeras que se han recuperado sólo con los tratamientos mediante baño, pero para una mayor garantía es aconsejable la aplicación conjunta con endoterapia.

Cómo aplicar el tratamiento:

Junto a la observación para detectar los síntomas de ataque de picudo rojo en la palmera, la correcta aplicación de los tratamientos es un pilar básico para el buen control de la plaga. Una buena herramienta o producto pierde su efectividad cuando se utiliza mal.

Los tratamientos preventivos y curativos son eficaces cuando se realiza un baño de todo el cogollo de la palmera. Esto se logra cuando todas las uniones de las tábalas con el estípete quedan llenas de agua, consiguiendo de esta manera que todas las fibras queden empapadas y retengan el producto, que podrá llegar directamente a las galerías donde se encuentran las larvas. En cuanto al volumen de producto, una palmera canaria de más de 3 metros de altura de estípite necesitará entre 20 y 30 litros.

También, para garantizar una correcta aplicación:

  • Utilizar una pértiga facilita que el operario pueda bañar homogéneamente todo el cogollo (pudiendo aplicar el producto en varios puntos del contorno de la palmera) ya que a veces con los sistemas de ducha esto no se consigue. Según la ubicación de la palmera y su exposición al viento habrá que revisar continuamente la utilización de duchas.
  • Hay que aplicar la cantidad adecuada de producto, ya que un exceso en la aplicación puede dar lugar a un lavado, y a que el producto no penetre bien entre las tábalas.
  • Hay que aplicar el producto sin boquilla, permitiendo una salida directa del mismo, ya que la pulverización dispersaría el tratamiento y requeriría de mucho tiempo de aplicación para rellenar las zonas a tratar. Cuando se usan nematodos, la boquilla los puede deteriorar por impacto, además si se dispersa el producto en gotas pequeñas de agua, se facilita la deshidratación de los nematodos.

Los nematodos entomopatógenos son organismos vivos, por lo que hay que mantenerlos en condiciones adecuadas desde que se adquieren hasta que se aplican. Algunas indicaciones son:

  • Mantenerlos en frío adecuado en todo momento hasta la aplicación (entre 2 y 8ºC)
  • Eliminar los filtros de la máquinas de tratamiento para que no queden atascados y los nematodos puedan ser aplicados.
  • Remover el producto desde que se prepara hasta que se aplica, ya que son organismos en suspensión y si no se remueven sedimentan, produciéndose una elevada mortalidad.
  • Los nematodos son sensibles a la radiación UV y requieren de un medio húmedo, por lo que se aconseja no utilizarlos en horas centrales del día (días calurosos), ni en épocas de calor.

Para la aplicación de productos químicos, bien por baño o bien por endoterapia, es obligatoria la posesión del carnet de aplicador de plaguicidas y respetar todas las medidas de seguridad.

Para la aplicación de las distintas técnicas de endoterapia es fundamental un asesoramiento previo, ya que una incorrecta administración puede resultar ineficaz y, en muchos casos, mortal para la palmera. Por ejemplo, la desinfección de las brocas entre el tratamiento de una palmera y otra es una norma básica, pues se pueden transmitir otras enfermedades entre ellas.

Cirugía o saneamiento:

La palmera canaria crece únicamente por la yema apical, que se encuentra en el interior de la palmera, aproximadamente a unos 70 cm por debajo del cogollo. La palmera muere cuando la yema apical se ve afectada. La palmera datilera tiene hijuelos en su base,y cada uno de ellos posee su yema apical.

La cirugía o saneamiento mecánico es una tarea inevitable en palmeras muy afectadas, bien para eliminar partes de la plaga o bien para eliminar daños secundarios, como la podredumbre de tejidos anexos a las galerías. Esta técnica se basa en la eliminación de toda la parte dañada por la plaga y nos permitirá saber si la yema apical está afectada o no.

La cirugía puede ser parcial o total, dependiendo del estado de infestación de la palmera. Se aconseja hacer, en lo posible, cirugías parciales, dado que se dejan palmas, y éstas son reservas para la palmera. A veces, por la distribución de la infestación es necesario hacer una cirugía total dejando solo el estípite.

La cirugía es una labor que requiere de personal experto y herramientas especializadas. Una mala cirugía puede conllevar la muerte de la palmera o una pérdida de estabilidad que comprometa la futura seguridad de su entorno.

La cirugía no es un modo de controlar el picudo rojo, sino un modo de recuperar palmeras gravemente afectadas. Debe ser el último recurso antes de eliminar por completo la palmera.

Cuando se realiza la cirugía, la palmera tiene que seguir siendo tratada igual que cualquier otra afectada, incluso con más cuidados aún, ya que acarrea una gran herida de la que la palmera se ha de recuperar.

Trampeo:

El trampeo nos permite dos cosas, capturar hembras de picudo rojo y hacer que disminuya así la plaga, y analizar, según la cantidad en la captura, las decisiones a tomar sobre la frecuencia de los tratamientos mencionados anteriormente.

De las trampas útiles en la actualidad, en sus variedades de modelos y colores, todas válidas, las de color negro y forma cónica han demostrado capturar más que las de otros colores y formas. Esta trampa se puede además optimizar con una feromona de agregación (con gran cantidad de ferrugineol), restos de vegetales como manzana, dátiles, caña de azúcar, etc., y con agua. Sin embargo, se ha observado que con otros componentes como la kairomona no se mejora el nivel de capturas.

Como el picudo rojo es incapaz de volar bien, hay que ubicar las trampas en el suelo, no colgando. El insecto entrará andando en ellas. Es recomendable no colocarlas a menos de 50 metros de palmera.

Las trampas se han de revisar como mínimo cada 15 días para contabilizar y retirar las capturas, así como añadir agua. El agua evitará que los picudos adultos puedan volar y escapar de la trampa.

En los lugares en que sólo hay palmeras sanas, no habiendo posibles capturas, se espaciarán los tratamientos de prevención a frecuencias de 90 días, siguiendo atentamente el aspecto de las palmeras.

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